En un mundo cada vez más conectado, los límites físicos con los que una vez trabajamos ya no juegan un papel determinante. Las relaciones personales y comerciales a distancia son cada vez más comunes. El mundo es un pañuelo para quienes buscan talento en otros países. Pero la clave es encontrar a quien tenga el conocimiento y flexibilidad para adaptarse a las necesidades de sus clientes.
Para que funcione, hay que construir sobre la confianza, y la confianza se construye con compromiso. Hablamos de un compromiso basado en cosas aparentemente obvias y sencillas pero que son determinantes: empatía ante los husos horarios, puntualidad, cortesía, honestidad y capacidad para escuchar, porque no es que el cliente siempre tiene la razón, sino que es el padre de la criatura y como tal, la conoce al máximo y sabe que es lo quiere para ella.
Algo más que considerar es el conocimiento y uso de las herramientas tecnológicas que permiten acercarnos y organizarnos. Sólo cuando me tocó manejar un cliente en España entendí el valor de Basecamp para organizar sus requerimientos, crear la tarea y vaciar el brief para el creativo a las 6:00 a.m., chatear con el equipo para darle feedback, recibir los ajustes y descargarlos a las 6:00 p.m. para dejarlos enviados y que nuestro cliente los revisara a primera hora de la mañana. Seguido de eso, debía compartir un enlace en Google Drive con el manual de la marca que desarrollamos, para que sus proveedores locales trabajarán con base a los mismos lineamientos; conectarme por Skype, Hangout o Whatsapp para vernos las caras como si estuviéramos a una cuadra. Estos recursos bien utilizados, nos permiten obtener respuestas incluso más inmediatas y personalizadas que cuando sólo teníamos el teléfono y el email para comunicarnos. Saber cuándo y cómo echar mano de las miles de opciones de las que disponemos hoy, nos permite estar más cerca que nunca, independientemente de donde nos encontremos geográficamente.
Planificar: otra de las claves para que seamos felices a pesar de la distancia! Una llamada al principio de la semana para establecer prioridades, otra de vuelta más tarde para confirmar fechas pre-negociadas; un ¡hola!; ¿cómo estás? a mitad de semana como un “toque” para ayudar a recordar que hay una aprobación pendiente para poder seguir adelante…son buenos hábitos de las relaciones comerciales a distancia que, como una buena rutina de ejercicios, cuesta comenzar pero una vez instaurada se extraña.
Tecnología al servicio de las relaciones, que ha convertido a nuestros clientes en cercanos amigos. Si quieres saber más acerca de cómo podemos ayudarte contáctanos y cuéntanos acerca de tus necesidades.